Las investigaciones muestran que la espiritualidad tiene un impacto positivo en la salud y el bienestar, incluso para las personas que viven con enfermedades mentales y para sus familias. Comprender las intersecciones críticas de la espiritualidad y la salud mental puede aumentar la eficacia y la calidad generales del tratamiento en el continuo de atención de una persona. Los líderes religiosos y los profesionales de la salud mental están trabajando juntos, desarrollando ejemplos sólidos y exitosos de lo que se puede reproducir en todo el país. Esta serie de seminarios web busca compartir: